viernes, 1 de abril de 2011

Primavera belga

El pasado fin de semana estuve en Bélgica. Unos días de tiempo delicioso que pasé en compañía de mi hijo, que se pasaron rápidamente entre los lapiceros, los gormiti, los pájaros, los líquenes y el chocolate. El sábado  lo pasamos en la playa de Oostende. La playa es uno de esos sitios que no te fallan con niños y además, para un tío de secano como soy yo, pues tenía ganas de ver el mar, aunque el mar del Norte, no es el Atlántico. Hubo tiempo para pasear, para hacer castillos de arena, para ver las gaviotas y para fijarse en los líquenes que crecen sobre la piedra caliza que se ha empleado en hacer los muelles del puerto de Oostende. Dentro de la aparente esterilidad de las piedras, encontré algunas cosillas que me resultaron interesantes, más que nada porque no estoy acostumbrado a ver: Caloplaca aurantiaC. thallincolaC.coronata y Candelariella medians, especies éstas dos últimas que nunca había visto. Además había en pequeño número un habitual de este medio, como es Lecanora dispersa, y una pasarela de madera, absolutamente llena de Xanthoria parietina. Me acordé de ese clásico de nuestra literatura que es "La vida del Buscón llamado Pablos" de Francisco de Quevedo, un arbitrista que cree conocer los remedios para enderezar la marcha del país y quiere aconsejar al Rey para que, conquistando Oostende, durante el sitio de esta localidad, durante las campañas de Flandes, seque el mar con esponjas. Vamos, un clásico de la literatura, y un clásico de la España de nuestro día a día: "el todolosé".


Caloplaca aurantia, Oostende, West Vlaanderen (Bélgica), marzo 2011

Caloplaca coronata, Oostende, West Vlaanderen (Bélgica), marzo 2011

Caloplaca thallincola,Oostende, West Vlaanderen (Bélgica), marzo 2011 


Candelariella medians, Oostende, West Vlaanderen (Bélgica), marzo 2011

Xanthoria parietina, Oostende, West Vlaanderen (Bélgica), marzo 2011
 El domingo, no tenía yo especialmente ganas de tren, por lo que nos quedamos cerca de Amberes y fuimos a dos lugares que a mí me gustan especialmente. Uno por la mañana y el otro por la tarde. En Oude Land, en Ekeren, una zona pantanosa donde crecen carrizales, alisedas, saucedas y los introducidos Quercus palustris, encontré Punctelia reddenda, especie nueva para mí caracterizada por la presencia de pseudocifelas blancas, algunas grandes y soredios granulares grises, y que al menos en la bibliografía que manejo cuando voy a Bélgica, no aparece citada.
Punctelia reddenda, Oude Land, Ekeren, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011
 Y en el paisaje de dunas cuaternarias fosilizadas bajo los brezales de la reserva de Kalmthoutse Heide, la siempre, y ya aburrida Lepraria incana, en la corteza de los pinos, hubo algunas novedades, Hypogymnia tubulosa y Cladonia coniochroacea
Cladonia coniochracea, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011

Hypogymnia tubulosa, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011
 Casi lo más interesante estuvo en la madera de los pinos muertos: Lecanora aitema, que nunca había visto, Lecanora polytropa y Trapeliopsis flexuosa, que había visto en algunas ocasiones. Un pequeño pero buen balance.
Lecanora aitema, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011

Lecanora polytropa, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011


Trapeliopsis flexuosa, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011

Lepraria incana, Kalmthoutse Heide, Kalmthout, Antwerpen (Bélgica), marzo 2011
 Realmente lo más interesante fue disfrutar el fin de semana de mi crío, tiempo en el que hubo para disfrutar de todo: de juegos, de caminar, de pintar, ... y de que viera algunos bichos como los abejorros Bombus vestalis, las abejas de arena Andrena sp., un bonito porrón osculado y que quedara impresionado con un mirlo.
¿Que andará mirando éste? La respuesta fue: "cosas verdes que hay en la ramita"

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