martes, 22 de diciembre de 2009

Zahara de la Sierra


Alcazaba, Zahara de la Sierra (Cádiz)

Phylloceras, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Las sierras de Cádiz guardan parajes y localidades sorprendentes, como la sierra de Grazalema, o Zahara de la Sierra. Bonito pueblo en un bonito paraje. Al parecer el nombre viene del árabe sahra que viene a ser un terreno inculto o rocoso. Así las casas se extienden por una ladera de un resalte de dolomías del Liásico (Jurásico inferior), en cuya cumbre hay una pequeña alcazaba. Curiosamente hay una casa en la calle Pereira que han utilizado como decoración de la pared varios fósiles del ammonites Phylloceras, propios de este periodo. Este resalte de dolomías masivas, está en contacto con las areniscas del Manto del Aljibe que aflora casi en las afueras de la localidad. El paseo desde el pueblo hasta su alcazaba es muy entretenido. Crecen olivos, chumberas y pequeños arbustos, pero la roca se hace patente por doquier. Aparecen multitud de líquenes, entre los que detecto Caloplaca decipiens, C. holocarpa C. teicholyta, C.flavescens, C. saxicola, Collema fuscovirens, Lecanora muralis, L. dispersa Verrucaria nigrescens, Aspicilia calcarea, Xanthoria calcicola, Sarcogyne regularis, Lobothallia radiosa y Placocarpus schaereri entre otras cosas que se me escapan y que son típicas de las comunidades de rocas calcáreas, básicas.


Caloplaca decipiens, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Caloplaca flavescens, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Fulgensia fulgens, Verrucaria nigrescens, Aspicilia calcarea y Caloplaca saxicola, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Placocarpus schaereri, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009. Muy aumentada.

Sorprende la cantidad de líquenes terrícolas, que crecen directamente sobre el suelo o sobre la roca descompuesta. Abundantísima Squamarina cartilaginea, Diplotomma epipolium, Toninia sedifolia y el colorido Fulgensia fulgens.
Squamarina cartilaginea, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Diplotomma epipolium, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009
Toninia sedifolia, Zahara de la Sierra (Cádiz), diciembre 2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

La Cascada de los Dioses



Godafoss, la Cascada de Los Dioses es uno de esos sitios del Norte de Islandia que hay que visitar. La forma el río Skjalfandafljot al atravesar los campos de lavas del volcán Barthardalur, hoy cubiertos de Calluna, musgos y por supuesto, de líquenes. Son lavas un tanto ácidas, seguramente andesitas, sobre las que crecen cositas que me son familiares: Lecanora muralis y L. rupicola, Porpidia macrocarpa, Rhizocarpon lecanorinum, Rinodina beccariana, Cladonia chlorophaea, Tephromela atra y Alectoria ochroleuca, entre otros muchos, pero en los que no repara. Sorprenden 2 especies. Una es la familiar Parmelia saxatilis, pero tan cubierta de isidios que resulta irreconocible. Me he tomado la molestia de buscar fotos de esta especie, y voy viendo que cuando más al Norte o cuanto mayor es la altitud a la que se encuentra, la especie presenta más y más isidios. Es simplemente una apreciación personal. El otro, uno que me obligó a darle muchas vueltas y que creo que se trata de un clásico del Gran Norte, Porpidia flavocaerulescens, pero un talo un tanto anómalo. El color rojo del óxido está muy lavado, y supongo que al crecer sobre una roca, un tanto a la sombra de una Calluna, no le permite estar en todo su esplendor, no tiene ningún tipo de reacción química y presenta unos apotecios bastante grandes un tanto pruinosos. Un rato entretenido en uno de los pocos días de sol que tuvimos. Aquí entre líquenes, buscando la perdiz nival y asombrados, imaginándonos al rey vikingo arrojando a la cascada los ídolos que representaban a los dioses de sus antepasados, durante su conversión al cristianismo. Dioses, de los que aquí, se conserva aún su espíritu, y que en pleno tercer milenio, Thor, Odin, Loki, … vuelven a vivir entre las gentes de Islandia.

Parmelia saxatilis, Godafoss, Husavik (Islandia), agosto 2006
Porpidia flavocaerulescens y Rhizocarpon lecanorinum, Godafoss, Husavik (Islandia), agosto 2006
Tephromela atra, Godafoss, Husavik (Islandia), agosto 2006
Lecanora rupicola, Godafoss, Husavik (Islandia), agosto 2006
Lecanora muralis, Godafoss, Husavik (Islandia), agosto 2006

lunes, 14 de diciembre de 2009

Buscando el calorcito


Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009

Stereocaulon microscopicum, Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009

De todo un poco:
Rhizocarpon lecanorinum, Lecidea fuscoatra, Theloma ocellatum y Candelariella kuusamoensis, Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009

En estos días de intenso frío, tuvimos que escapar por un rato de la meseta, batidas por los vientos del Norte y refugiarnos en la fosa tectónica del río Alagón, hundida unos 300 metros, y por el poco caudal de sus ríos, también a salvo de nieblas. Así aprovechamos para meternos por uno de los pequeños, desconocidos y realmente bonitos valles de Las Quilamas. Nos metemos a través de olivares en el valle de La Palla. Estamos en el único afloramiento del Ordovícico Medio dentro de la serie estratigráfica que se aprecia en el Sinclinal de Tamames, afloramiento producido por la excavación hecha por el río Alagón y sus afluentes. La mayor parte de lo observado son pizarras grises y negras pero hay que destacar la presencia de bloques caóticos de cuarzitas y brechas, y de pizarras recristalizadas. Abunda un mineral conocido como estaurolita cuyas maclas, o sea sus cristales unidos se llaman popularmente cruces de San Andrés. Liquénicamente, lo propio de las comunidades acidófilas: 24 géneros y 35 especies. Cosas destacadas, Flavoparmelia caperata, un líquen epífito y raramente saxícola; 2 nuevos para mí, Theloma ocellatum y Candelariella kuusamoensis; cosas con la que trato muy de vez en cuando como Diploschistes actinostomus, Pleopsidium flavumAspicilia contorta, Aspicilia hilaris y Solorina saccata.
En la vegetación mediterránea, madroños, alcornoques, jaras y los olivos, los típicos epífitos de la región, destacando por su rareza Ramalina fastigiata y sorprendiendo, por ser la primera vez que veo esta especie tan cantábrica en el Sistema Central, Degelia plumbea, y además, en un olivo. ¡No me lo puedo creer!. Reconozco que los epífitos no me los he currado nada y he sacado unos tristes 13 géneros y 14 especies.
Tarde soleada, entretenida, bajo la mirada de los buitres leonados.
Ochrolechia parella, Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009
Flavoparmelia caperata,Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009
Diploschistes actinostomus (muy aumentada) Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009
Pleopsidium flavum, Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009
Degelia plumbea, la del olivo, Valle de La Palla, Valero (Salamanca), diciembre 2009

martes, 1 de diciembre de 2009

El rincón oculto de Redes


Dentro del, para mí tan bello, parque natural de Redes, con sus extensos hayedos, montes de roble, arroyos, cumbres, hay un lugar relativamente escondido que descubrí este otoño: el valle Xulio. Magnífico lugar y entorno. Se accede desde Caleao por unos bonitos bosques de castaño y haya. Bosques donde entre los epífitos, lo habitual de estos bosques norteños: Parmelia sulcata, abundantísima, y en menor medida Hypogymnia physodes, Melanelia glabratula, Lobaria pulmonaria, Pertusaria albescens, Ochrolechia pallescens, y cositas muy interesantes como Degelia plumbea entre otros. Lo más interesante, pienso yo, es que se pasa del dominio calizo de la formación Barcaliente al dominio silíceo representado por las cuarcitas de la formación Barrios. Así en esta primera parte nos encontramos en una zona calcárea, donde en pleno bosque afloran peñas calizas de las laderas del pico Cabeza l'Arcu. Mucha humedad y sombra y localizo un llamativo talo de Collema fuscovirens. Se aprecian muy bien los isidios globulares, los bordes de los lóbulos un poquito levantados, el talo en general muy liso y el contraste entre el color más claro de la parte inferior y el más oscuro de la superior.
Collema fuscovirens, valle Xulio, P.N.Redes (Asturias), noviembre 2009
En el hayedo, en el suelo, entre la masa de briofitos parece ser común Peltigera polydactylon.
Peltigera polydactylon, valle Xulio, P.N.Redes (Asturias), noviembre 2009
Una vez superado el hayedo, el valle se abre y las calizas desaparecen bajo las cuarcitas, con lo que pasamos al dominio silíceo. Estamos en zona de praderías donde en los afloramientos rocosos encuentro Xanthoparmelia tinctina e Hypogymnia farinacea, entre otras cosas típicamente silíceas como Lecidea, Candelariella e incluso alguna Aspicilia silicícola.


Hypogymnia farinacea, valle Xulio, P.N.Redes (Asturias), noviembre 2009

Xanthoparmelia tinctina, valle Xulio, P.N.Redes (Asturias), noviembre 2009

Una vez llegados a la parte más elevada del valle, las vistas son impresionantes. Tenemos a nuestra izquierda las cumbres calcáreas de Cabeza l'Arcu, las cumbres del Cordal del Ponga y del Puerto de Tarna y la larga bajada al desfiladero de los Arrudos. Un lugar inolvidable.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Alegación a la central térmica de Ledesma


Hyla molleri, sobre Pertusaria flavicans, Moral de Sayago (Zamora), abril 2009

Hay en la actualidad un proyecto de construcción de una Central Térmica de gas en la localidad salmantina de Ledesma. Proyecto, que, ¿qué vamos a decir?. Aparte de la industrialización del pasaje sayagués y ledesmino, a la que estamos asistiendo: vallados por doquier, parque eólico del Teso Santo, tendido eléctrico Ledesma-Piñuel, "huerto" solar en Záfara. Habría mucho que hablar sobre emisiones de CO2 y ...
Para que se reconsidere, se presentaron varias alegaciones, y en los anexos a las mismas, hice un repaso al conocimiento liquénico de la comarca afectada. Esperemos que en el año 2010, Año Mundial de la Biodiversidad y ahora que será la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático, se reconsideren algunos proyectos chorras.
Os dejo que leaís y os acordeís de anfibios y líquenes, víctimas de la contaminación del aire, entre otras cosas.

Introducción a los líquenes de las comarcas del Campo de Ledesma y Sayago.
Los líquenes son biomonitores de calidad del aire, especialmente frente a SO2 (Calatayud y Sanz, 2000). Al carecer de cutícula los procesos de absorción de aerosoles y gases tienen lugar en toda la superficie de los talos. Además son organismos perennes, de crecimiento lento y gran longevidad lo que favorece su capacidad para acumular diversos contaminantes y por lo general en concentraciones elevadas. Así se viene aplicando su estudio para la medida de la calidad del aire y para programas de estudio de la situación de la sanidad forestal.
En la comarca en la que está proyectada esta Central existen interesantes comunidades liquénicas tanto por la presencia de especies consideradas raras, bien por extinción de otros lugares, teniendo aquí un refugio, como por ser rarezas bio-geográficas. Hasta la fecha se han inventariado unas 350 especies y se estima que se puede llegar al menos a las 600 especies. Así, a grandes rasgos encontramos:
Líquenes epífitos en encinares (Quercus ilex) maduros: Las especies más abundantes son Parmelia sulcata, P. quercina, P. tiliacea, Melaniella exasperata, Pertusaria flavida, P.rupicola, Physcia aipolia, Ramalina farinacea, Evernia prunastri y Usnea subfloridana. Se han encontrado, en algunos árboles Ocrolechia pallescens y en un único árbol, una autentica rareza comarcal como es Anaptychia ciliaris. Sobre jaras (Cistus ladanifer) se ha encontrado Cetraria crespoae, una auténtica rareza para esta región.
Líquenes epífitos en encinares (Quercus ilex) jóvenes: Se encuentran abundantemente Lecanora albella, L. pulicaris y L. argentata así como ejemplares incipientes de las especies presentes sobre encinas maduras.
Líquenes epífitos en choperas y fresnedas (Populus sp. y Fraxinus angustifolia): Se encuentran interesantes comunidades de líquenes de ambientes umbríos o de mayores requerimientos de humedad atmosférica. Estas comunidades suelen estar compuestas por Physcia stellaris, Ph. aipolia, Ph. tenella, Ph. adscendens, Physconia distorta, Ph. perisidiosa, Lecanora horiza, Evernia prunastri, Ramallina farinacea y R. fraxinea. En ambientes eutrofizados abunda Xanthoria parietina. Se encuentran auténticas rarezas de la comarca como Pertusaria albescens, Phlyctis argena y Collema ryssoleum.
Líquenes saxícolas sobre granitos y granitoides: Se encuentran líquenes con especiales requerimientos sobre la acidez del sustrato. Así son habituales Rinodina beccariana, Diploschistes scruposus, Pertusaria amara, Lecanora muralis, Rhizocarpon lecanorinum, Rh. obscuratum, Xanthoparmelia conspersa, Parmelia omphalodes, Acarospora fuscata, Lecidea fuscoatra y Lasallia pustulata. En menor medida se encuentran Pertusaria corallina, P. pseudocorallina, Rh. epispilum y rarezas bio-geográficas como pueden ser Xanthoparmelia somloensis, Bryoria fuscescens y Lecidea carpathica. En zonas más eutrofizadas son abundantes Ramallina capitata y Candelariella vitellina. Es interesante la presencia relativamente común de los raros líquenes Schaereria fuscoatra, Lecidea lithophila y Orphniospora moriopsis. Es necesario indicar que una de las pocas citas del raro Pertusaria pluripuncta de la comarca se ha obtenido a apenas 1.500 metros del proyecto. En granitoides más básicos se ha encontrado sólo en una estación de medida en Ledesma un único talo de Squamarina lentiginosa en la región.
Líquenes saxícolas sobre gneises: También se encuentran líquenes acidófilos, comunes de los granitos, con la particularidad de la abundante presencia de líquenes más mediterráneos como Ochrolechia parella, Caloplaca ruderum y C. marina y especies propias de ambientes más húmedos como Peltigera horizontalis, Pertusaria lactescens, Solorina saccata., Porpidia crustulata, P. macrocarpa.
Líquenes terrícolas: Las comunidades que crecen en el suelo de las dehesas, sobre suelos formados por descomposición de granitos, se basan en los géneros Cladonia y Cladina, con al menos 15 especies encontradas. Auténticas rarezas son Diploschistes muscorum, Stereocaulon microscopicum, Cladonia cervicornis y Cladonia gracilis. Además es común Cetraria aculeata. En encinares situados sobre la cobertera neógena de Almeida de Sayago, justo en la zona que cruzará el tendido eléctrico está la única localidad de Zamora y Salamanca en la que se ha encontrado Mycoblastus affinis.
Así en resumen, las zonas prioritarias para conservar la diversidad liquénica en un radio de 30 kilómetros alrededor de Ledesma serían:
  1. Peñas graníticas del entorno de Ledesma.
  2. Peñas graníticas del entorno del embalse de Almendra.
  3. Peñas graníticas de Almeida de Sayago.
  4. tramo del río Tormes incluido en el P.N. de Arribes del Duero.
  5. Encinares y montes de la ribera de Palomares (Ledesma) en toda su cuenca.
  6. Rañas del sur del término municipal de Almeida de Sayago.
  7. Encinares del Teso de la Cabeza (Almeida de Sayago).
Calatayud y Sanz, 2000. Guía de líquenes epífitos en las parcelas del sistema pan-europeo para el seguimiento intensivo y continuo de los sistemas forestales (Red CE de nivel II) en España. Organismo autónomo Parques Nacionales. MMA.

martes, 24 de noviembre de 2009

Rincón de la Vieja (y 2)

En cuanto a lo que nos ocupa, los líquenes, prácticamente todo lo que veo es epífito. Los líquenes crustáceos son especialmente abundantes en las cortezas despejadas de las zonas de matorral. Así abunda especialmente Graphis, entre los que salvo error, identifico Graphis rimulosa y G. librata. Encuentro otros líquenes, digamos de tipo “neo-tropical” que seguramente sean Malcomiella psycotrioides, Megalospora tuberculosa y Pyrenula dermatodes. Abunda también lo que creo que es Phlyctis subregularis, pero no me atrevo a afirmar este diagnóstico al 100%. Uno muy, muy bonito es Pyrrhospora russula.
Como curiosidad, encuentro un arbusto, una especie de Acacia, en cuyas espinas se desarrolla una agalla que alberga pequeños hormigueros, que defienden el arbusto de cualquier animal que toque sus hojas. Curioso sistema de defensa, y curiosa la enorme distancia donde ví otra especie de Acacia que usa esta simbiosis, en el valle del Rift, en Kenia.
Este Parque Nacional, me parece uno de los imprescindibles de Costa Rica. Además combinándolo con la localidad de acceso al mismo: Curubandé, el naturalista de amplias miras, puede pasar momentos inolvidables. Para alojarse, uno de los mejores alojamientos en los que he estado en Costa Rica: www.elsolverde.com regentado por una pareja de holandeses.
Graphis librata, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009

Graphis rimulosa, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009
Megalospora tuberculosa, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009
Malcomiella psicotrioides y Pyrrhospora russula, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009


¿Phlyctis subregularis?, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009

Pyrenula dermatodes, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009

viernes, 20 de noviembre de 2009

Rincón de la Vieja (1)


Marmitas de barro, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009



El volcán Rincón de la Vieja, está situado en las últimas estribaciones, al Norte de la cordillera Tilarán, muy cerca de la frontera con Nicaragua. Es un lugar incomprensible un tanto olvidado por el viajero que recorre Costa Rica, pero es realmente una maravilla. Es un volcán que alcanza los 1.400 metros y cuyo acceso está orientado hacia el Oceáno Pacífico, por lo que, padece los calurosos días típicos de la provincia en la que estamos: Guanacaste. Aquí, se combinan espesas selvas de montaña, oscuras con matorrales espinosos y entre esta vegetación, hay claros formados por las “pailas”, o sea marmitas de barro hirviente, surgencias de agua hirviente, y las fuerzas telúricas que afloran casi a cada paso que recorremos. El lugar es impresionante, y las selvas, para lo que son estas selvas, permiten ver mucha vida animal: agutíes, monos aulladores, coatíes y una gran variedad de pájaros, alguno tan bonito como Chiroxiphia linearis, que realiza un interesante “lek” de machos para atraer a las hembras, o tan espectacular como las pavas Crax rubra.
No se encuentra mucha variedad de líquenes foliáceos. Tan sólo identifico Hypotrachyna protoboliviana, pero me asaltan las dudas al leer que es una especie que en Costa Rica sólo se encuentra por encima de los 2.000 metros. Eso sí dentro de la poca variedad de líquenes foliáceos, es esta la especie más abundante. En menor medida, y formando rosetones en los troncos encuentro Canoparmelia caroliniana, al modo de nuestras ibéricas Parmelia.


Hypotrachyna protoboliviana ¿?, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009



Canoparmelia caroliniana ¿?, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009
En la selva cerrada, tan solo encuentro Cryptothecia striata, con su característico hipotalo blanco. Son ejemplares más verdes de lo habitual para esta especie, pero me imagino que el vivir en sombra constante hace que varíen los tonos.
Cryptothecia striata, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009

En las rocas que quedan en las zonas de bosque y matorral despejadas, pocas rocas, encuentro unos talos un tanto deteriorados de Parmotrema tinctorum. No obstante, los abundantes isidios se aprecian en lo que queda de la zona central y además se aprecia la médula blanca.
Parmotrema tinctorum, P.N.Rincón de la Vieja, Guanacaste (Costa Rica), julio 2009

martes, 17 de noviembre de 2009

El Curavacas desde el Pico de las Cruces


Curavacas desde el Pico de las Cruces, Dehesa de Montejo (Palencia), octubre 2009
Recorriendo la parte SE de la montaña palentina, hay una cumbre, poco llamativa a la que se accede desde el valle de Tosande que es el Pico de las Cruces. Es una subida corta pero intensa hasta el collado Landillero y desde aquí hasta las cumbres calizas de este pico. Estamos a 1.560 metros. Las vistas son espectaculares: al NO el Curavacas, con sus 2.524 metros, y al O, la Peña Redonda con sus 1.996 metros y la Peña Oracada con sus 1.793 metros como cumbres más destacadas. Nos sobrevuela un águila real y algún buitre leonado, pero las calizas que se encuentran aquí arriba tienen algunos líquenes. Como testigo de los posaderos de aves, crecen apelotonados, frecuentes Xanthoria elegans. Resulta entretenido mirar con la lupa las calizas que nos rodean y encontrar algunos familiares como Lecanora muralis y Caloplaca holocarpa, que casi siempre que los veo es sobre el hormigón y otros sustratos urbanos. También nitrófilos. Encuentro algunos que no estoy muy acostumbrado a ver: Lecanora crenularia y Caloplaca rubelliana, pero esta última me hace dudar.
Xanthoria elegans, Pico de las Cruces, Dehesa de Montejo (Palencia), octubre 2009

Lecanora muralis, Pico de las Cruces, Dehesa de Montejo (Palencia), octubre 2009

En diagonal de arriba e izquierda a abajo y derecha: Caloplaca ¿rubelliana?, Lecanora crenularia y Caloplaca holocarpa, Pico de las Cruces, Dehesa de Montejo (Palencia) octubre 2009. Foto aumentada

Caloplaca holocarpa, Pico de las Cruces, Dehesa de Montejo (Palencia), octubre 2009. Foto aumentada.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Olvidos de Los Ancares


Platismatia glauca, Burbia, P.N. Ancares (León), mayo 2009
Parmelia sulcata, Burbia, P.N.Ancares (León), mayo 2009. Foto aumentada.
Porina chlorotica, Burbia, P.N.Ancares (León), mayo 2009. Foto aumentada.

Recordando la pasada primavera encuentro estas cosas sueltas por el disco duro de mi ordenador. Fotos interesantes que quedaron ahí, medio olvidadas. Estas son de la excursión que hice a Los Ancares, en el NO de la provincia de León. Cosas epífitas como Platismatia glauca, líquen relativamente frecuente en los robledales, Parmelia sulcata, abundantísimo en los robles y Porina chlorotica, especie bastante rarita, y que sólo encontré en la corteza lisa de la rama de un aliso, a orillas del río Burbia. Son cosas que complementan un poquito, lo que comenté en su día sobre líquenes epífitos de esta comarca. Complementa un poquito, digo, porque daría no para una vida entera, si para una larga temporada, recorrer estos montes y admirar estos bosques.

Lecanora rupicola, Tejeira. P.N. Ancares (León), mayo 2009

Como complemento a las especies saxícolas, acidófilas, como corresponde a un terreno dominado por cuarcitas, areniscas y afloramientos de granito, encontré esta bonita foto de Lecanora rupicola, un líquen intensamente pruinoso, con fructificaciones de color gris sucio a gris azulado, sobre un talo blancuzco y un tanto nitrófilo.