domingo, 23 de enero de 2011

Hana Highway

Waikomoi Ridge, Maui, Hawaii (EE.UU.), agosto 2008
Un lugar interesante y muy agradable para recorrer es la carretera de Hana en la hawaiana isla de Maui. Es una carretera que une las localidades de Kahului, que es la capital de esta isla, con el pequeño pueblo de Hana. Varios cientos de curvas en unos 120 kilómetros, que transcurren entre la costa y las laderas del inmenso volcán Haleakala. Realmente es muy agradable ya que se atraviesan húmedos bosques tropicales pero, ... siendo una de las islas de Hawaii, no podían faltar los invasores, que son más que los nativos. Bosques con inmensos eucaliptos de Australia, abundantes y realmente curiosas coníferas como son las Cryptomeria japonica, de Japón. Hay varios sitios donde parar y dar una vuelta como son la playa de Hookipa, el bosque de Waikomoi Ridge (es la parte baja del bosque del mismo nombre), el tubo volcánico de Ka'eleku  o la punta de Ke'anae.
Un sitio interesante, a pesar de los pesares, es la selva de Waikomoi Ridge, que a pesar de la gran cantidad de árboles y helechos invasores, como  Sphenomeris chinensis, que se han hecho con gran parte del espacio, aún sobreviven buenas masas de helechos arborescentes Cibotium chamissoi y diversas leñosas. Es una selva umbría, con pocas posibilidades para los líquenes, pero que resultan interesantes aún así: Buellia stillingiana, Parmeliella triptophylla y Heterodermia squamulosa. Seguro que hay muchas más especies, a pesar de lo umbrío, pero estoy realmente inquieto, al tanto de las aves, porque es uno de los pocos bosques donde algún endémico Drepaniidae, en este caso concreto el 'amakihi  (Hemignathus virens) se encuentra casi a nivel de mar. Normalmente en las islas Hawaii, esta familia, muy diezmada, sólo sobrevive por encima de los 1.000 metros de altitud, donde no llegan los mosquitos, vectores de varias enfermedades y que esta especie está desarrollando resistencia en al menos 3 lugares del archipiélago: Waikomoi Ridge (Maui), Manuka (Hawai'i) y Manoa Falls (Oahu).
Buellia stillingiana y Parmeliella triptophylla, Waikomoi Ridge, Maui, Hawaii (EE.UU.), agosto 2008

Heterodermia squamulosa, Waikomoi Ridge, Maui, Hawaii (EE.UU.), agosto 2008
El panorama aún así es desolador: Zosterops japonicus (introducida) 45 aves/10 hectáreas, Garrulax canorus (introducida) 5 aves/10 hectáreas, Cardinalis cardinalis (introducida) 6'3 aves/10 hectáreas y nuestro objetivo, Hemignathus virens menos de 5 aves/10 hectáreas. ¿Diversidad?. Teniendo en cuenta que en las islas, la diversidad es inferior a ecosistemas similares en el continente, aún así es para ponerse a llorar: H': 0'6 bits/individuos, que viene a ser más o menos lo que se encuentra en España, en ambiente urbano, con media docena de árboles. 
Vamos con sandalias y las hormigas nos picas, por supuesto, hormigas introducidas y casi me pica en el brazo una avispa, introducida (Vespula pensylvannica), los lagartos Anolis, introducidos, corren ante nuestro paso y me embobo viendo la bonita libélula introducida, Crocothemis servilia. Pero bueno, ... nosotros también estamos introducidos. Un poco triste.
Sphenomeris chinensis, Waikomoi Ridge, Maui, Hawaii (EE.UU.), agosto 2008

sábado, 15 de enero de 2011

Hluluwe-Infolozi

Cebra (Equus quagga burchellii) en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

En el Suroeste de Sudáfrica hay una de las grandes reservas naturales más interesantes del continente, y muchas veces desconocida por el viajero-naturalista. Hluluwe-Infolozi es en realidad la suma de dos grandes reservas. Hluluwe es más bien abrupto, cubierto de abundante matorral espinoso e Infolozi más llano y más sabanoide, pero, ... esta descripción no es exacta. El amante de la fauna tiene aquí un terreno donde volverse loco, donde emborracharse viendo animales: infinidad de aves, alguna tan díficil de ver como el águila coronada (Stephanoaetus coronatus) y multitud de mamíferos: leones, impalas, jirafas, elefantes, rinoceronte blanco, búfalos, .... Tenemos ocasión de contemplar algunos lances dramáticos, como la jirafa devorada por leones en el cauce seco de un río o el guepardo que devora con avidez un impala ante la mirada de los buitres que esperan para comer los restos que quedarán. Resulta, o puede resultar un contrasentido, ante tanta maravilla, dedicarle un rato a los líquenes, tan discretos ellos, en medio de tal paraíso. Pero, ....¡hay tiempo para todo!.
En primer lugar, decir, que le dedico un tiempo a los líquenes epífitos, ya que me resultan por las características del paísaje más accesibles y cómodos. Se hecha de menos una publicación sobre los líquenes del Sur de África, pero bueno, siempre recuerdan mucho a cosas de nuestras latitudes, por lo cual, creo que no resulta dificil llegar al género, si bien lo de la especie es otra cosa. De por sí, los sustratos, los árboles portadores de líquenes, son muy variados. No es como en España, que podemos hablar de encinares, pinares, u otras formaciones monoespecíficas. Aquí crece varias especies de Acacia, como Acacia nilotica var. kraussiana, varias especies de Aloe sp. arbóreos, alguna Protea sp., Erythrina lysistemon, Bridelia micrantha, Peltophorum aficanum. Abundan los líquenes epífitos, pero a pesar del aspecto un tanto árido de estos bosques, estamos en la estación seca, crecen multitud de líquenes amantes de la niebla. Así me sorprende encontrar representado el género Graphis, y la abundancia de especies, también amantes de la niebla, de los géneros Parmotrema, Usnea, e incluso Heterodermia. Con la lupa encuentro varias Lecanora, de las que no me atrevo ir más allá, una muy bonita Caloplaca, varias Physcia sp., alguna recuerda mucho a Ph. aipolia, Flavoparmelia soredians y un viejo conocido, Xanthoria candelaria
También resulta interesante ver las diferencias formaciones vegetales, ya que se ve muy bien las diferentes series de vegetación y su sucesión, así como la "estrategia suicida de las leguminosas", que ocupan, aquí con Acacia, suelos pobres para nitrogenarlos con sus nódulos simbióticos para perder así mismo, con el tiempo ventaja en estos suelos que modifican y acabar desapareciendo ante la competencia con otras leñosas. Cuesta creerlo, al menos tras haber visto los infinitos matorrales de Acacia en la fosa del Rift, hace años, en Kenia, pero sí, parece que sí, que lo que cuentan los libros de ecología es verdad.
En fin, un lugar muy, muy interesante, donde los 3 días que hemos pasado, ahora en la distancia, ...¡han sabido a poco! 
Graphis sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010 
Heterodermia sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010
Caloplaca sp. y Lecanora sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Parmotrema sp. y Usnea sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Xanthoria candelaria y Physcia sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Physcia sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Parmotrema sp. con la hepática Frullania sp.en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Lecanora sp. en Hluluwe-Infolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

Flavoparmelia soredians, Hluluwe-Imfolozi, kWazulu-Natal (Sudáfrica), julio 2010

viernes, 7 de enero de 2011

Los caravasares del desierto

Qasr Al Halabat, Az Zarqa (Jordania), marzo 2010
Hay unas interesantes construcciones en Oriente Medio que son los caravasares. Son unas "fondas" u hoteles   amurallados, que servían tanto para alojar y aprovisonar las caravanas como para protegerlas de los asaltos de bandoleros. Los descubrí hace años en Anatolia, en el centro de Turquía y quedé prendado, tanto por su austera belleza por aquellos solitarios parajes que los rodeaban. Por su filosofía están unos de otros, siempre a la distancia que se recorre andando en un día. Además estaba embebido por una de las mejores bandas sonoras que recuerdo que es la de aquella serie de televisión que recorría el mundo musulmán, Al Qibla de Juan Goytisolo, si no recuerdo mal.
No había vuelto a verlos hasta Jordania, a lo largo de dos rutas más o menos paralelas que se unen en el oasis de Azraq y que unen Amman con Bagdad, en el vecino Iraq. No hay una gran distancia y permite, hoy día, recorrer esas dos rutas en coche. Por la mañana hacemos la del Sur, la que va por el desierto y en la que encontramos Qasr Al Kharana, el magnífico Qusayr Amra y el Qasr Azraq, este último, en el desierto, pero a orillas del oasis del mismo nombre, y que es un oasis de agua y de vida: aguilucho lagunero, fochas, carriceros, pechiazules, ... en medio de la absoluta aridez. Al menos en ese día estaba el desierto animado y volaban hacia las estepas de Asia Central, águilas de estepa, golondrinas y otros pájaros. Por supuesto, la vida liquénica es nula, tanto sobre las rocas como en los escasos arbustos que crecen a lo largo de wadis secos. Al menos, se aprecia un concepto difícil de explicar para un naturalista ibérico, que es la erosión areolar, responsable de la formación de los relieves de gran parte de la Mancha y de zonas del valle del Duero. Tenemos la idea de la erosión lineal de los ríos, que van excavando a lo largo de un cauce y creando cañones, barrancos y terrazas. La erosión areolar se produce en climas áridos donde las lluvias torrenciales no encuentran unas cauces previos y la erosión del suelo se produce en todo el área, quedando un suelo muy lavado, donde quedan las piedras de un cierto tamaño que el agua no ha podido desplazar.
Volviendo por la ruta del Norte, ya dejamos el desierto por la estepa turánica, llamada así porque su rala vegetación tiene relación con la de la biorregión turánica, que viene a ser Irán, Pakistán y su entorno. Visitamos el caravasar de Qasr Al Halabat, no muy lejos de la ciudad de Az Zarqa, y realmente, después de haber pasado todo el día en el desierto, esta zona parece un vergel, y eso que sólo crecen unas hierbas y poco más. Este caravasar está, o estaba en reconstrucción, casualmente por la Agencia Española de Cooperación Internacional. Piedras calizas que albergan algunos líquenes, pocos, más que porque el clima no da mucho más de sí. 3 especies: Caloplaca arnoldii, que parece que va a ser un habitual de las calizas jordanas, Caloplaca oasis, la versión desértica de C. litophila y Candelariella aurella. No es mucho, pero, ... ¡habrá que sobrevivir como se pueda con menos de 75 mm. de agua al año!

Caloplaca arnoldii y Candelariella aurella, Qasr Al Halabat, Az Zarqa (Jordania), marzo 2010

Caloplaca oasis, Qasr Al Halabat, Az Zarqa (Jordania), marzo 2010