jueves, 29 de abril de 2010

Un acebo en Fuente Cobre

En la Montaña Palentina hay bonitos lugares donde hacer buenas rutas de montaña. El hecho de ir con críos, le pone a uno el freno de empezar a subir tal y cual pico, por lo que hubo que hacer una bonita y cómoda ascensión a Fuente Cobre. Es este lugar una zona de confluencia de calizas masivas, carboníferas, con unos potentes niveles de pizarras y cuarcitas devónicas. Estas calizas son atravesadas por cursos de agua, que han producido una cueva de la que surge el río Pisuerga, que nace en un circo glaciar, pequeño, un poco más arriba, en las estribaciones de la sierra de Peña Labra. Aparentemente en la subida hay extensos bosques de roble (Quercus petraea), pero no se ve bosque maduro. Debieron de ser todas estas laderas, cubiertas de pastos y matorrales hasta hace pocos años. Se ve mucho roble jóven y muy poco roble viejo. Remontando el Pisuerga, aquí arroyo de montaña, más que río, crecen grandes acebos (Ilex aquifolium). Uno de ellos, de corteza más o menos despejada, me permite fisgar su corteza lisa. Ha llovido a mares y están los abundantes líquenes que crecen sobre él, muy lustrosos. El más abundante es sin lugar a duda Parmelia sulcata, que cubre además, la mayor parte de los robles que he ido viendo por toda la zona. Ya, buscando encuentro Flavoparmelia caperata, con su médula KOH+ (amarillo), Parmelia tiliacea, Pertusaria albescens, Melanelia subargentifera, Evernia prunastri y Ramalina pollinaria. Ya con la lupa se encuentran cositas de estas diminutas y que te hacen dudar: Lecanora chlarotera, Lecanora carpinea y Lecidella elaeochroma. Tanta lluvia que los hace irreconocibles: apotecios hinchados, colores brillantes y en el caso de L. carpinea, cuya prunosidad apenas se distingue. Y... una Xanthoria parietina, apenas invisible.
No obstante, aquí a 1.400 metros de altitud, una sensación de ecosistema prístino, pero se echan en falta montones de especies: Lobaria, Degellia, Pannaria, ... que te recuerdan que el "bosque" no es tal. Es una recolonización de las laderas por robles, pero muy mayoritariamente, robles jóvenes. No hay bosque maduro, no hay continuidad forestal y esta todo muy lejos del climax. Supongo que si no se toca, habrá que volver dentro de unos cuantos años, a ver si la sucesión del matorral al bosque ha ido a más. Desde un punto de vista no tan purista, la zona es una maravilla. Sobre todo, ver Fuente Cobre y bajar por El Pando, con la espectacular vista del Cueto Mañín.

Flavoparmelia caperata, Fuente Cobre, Sta. María de Redondo (Palencia), abril 2010
Lecanora chlarotera, Fuente Cobre, Sta. María de Redondo (Palencia), abril 2010

Lecanora carphinea, Fuente Cobre, Sta. María de Redondo (Palencia), abril 2010

domingo, 25 de abril de 2010

Por Wadi Rum

Amanecer en Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Silene villosa, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010

En Wadi Rum no hay vida, así a simple vista. No obstante el naturalista curioso, y … paciente, acaba viendo cosas. Así, fui capaz de sacar 25 especies de aves en 24 horas, un rastro de lobo y bonitas flores anuales como Silene villosa y Eremobium lineare, cubriendo parte de los arenales y algunos arbustos como Atriplex halimus. Ya vimos en una pasada entrada algunos de los cuatro líquenes que crecen en alguna pared de areniscas orientada al Norte. En el puente de piedra de Burdah, una curiosidad geológica, resultado de la erosión eólica, hay unas paredes que muestran signos de escorrentía de agua, … ¡cuando llueve!, como en el día de hoy. Supongo que habría que haber comprado lotería ese día. Se ven algunos musgos y llaman la atención enseguida, pequeños Caloplaca decipiens, que sorprende encontrar tan lejos de casa y en un medio tan distinto al de casa. Ya buscando con calma encuentro un llamativo Psora decipiens, especie nueva para mí, Lobothallia radiosa, Diplotomma epipolium y Thyrea sp., posiblemente T. confusa, aunque de esta última, ni la especie, ni el género, los he encontrado citados ni en Jordania, ni en Israel, país vecino, con aparentemente mejor conocimiento de sus líquenes. Me da rabia de esta última la foto un poco desenfocada, pero es que ya voy notando que de cerca a veces me falla la vista. Crecen algas cianofíceas libres y un discreto líquen, que seguramente sea el más extendido en estas escorrentías: Lichinella sinaica seguramente. Este elevado número de líquenes, para el lugar en el que estamos, es algo engañoso. Lleva ya 2 días lloviendo y la lupa se hace imprescindible. Los líquenes están hidratados y aún así, son diminutos, comparándolos con ejemplares de la misma especie vistos aquí. Peor es tener inmensas paredes por doquier y verte negro, para encontrar un solo líquen. Y es que el desierto es muy duro.

Estamos en el dominio botánico de la región Saharo-arábiga, donde un interesante trabajo de 2009 de Temina y Nevo, en la revista Bio-Risk, vol. 3 da 42 especies de líquenes en esta región, de las cuales sólo 12 son más o menos comunes. Yo saqué unas 9 especies, por lo que creo que este día y medio por el Wadi Rum fue bastante provechoso. Este trabajo, Lichens of Israel: Diversity, ecology and distribution se puede descargar en pdf desde: http://pensoftonline.net/biorisk/index.php/journal/article/viewDownloadInterstitial/25/33

La inmensidad de Wadi Rum te deja sin respiración. No puedo dejar de acordarme de nuestro chófer y guía, Mohammed, todo un personaje, de http://www.jordantracks.com/. Un tío sencillo, un gran músico y forofo de un tal Khalid Abdul Rahman que cuando llegué al día siguiente a Aqaba entré en una tienda de música y me compré un disco de este músico saudí, y que en nuestro Peugeot 107 nos seguiría acompañando algún día más.

Thyrea ¿confusa?, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Diplotomma epipolium, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Psora decipiens, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Lobothallia radiosa ¿?, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010

Caloplaca decipiens, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010

martes, 20 de abril de 2010

A la sombra del volcán (1 de 2)


Glaciar Solheimajökull, Islandia, julio 2006

La verdad, a pesar del protagonismo mediático del volcán Eyjafjalla y más bien de la perturbación que está causando en los cielos europeos, me parece una noticia que desde el punto de vista natural tiene un transfondo muy interesante, al menos para un geólogo frustrado como lo soy yo. Estamos en el Sur de Islandia, al borde de la meseta central y la llanura costera arenosa, el sandur. El mar no está lejos y se ven las islas del pequeño archipiélago de Vestmannaeyjar. Al Norte, no muy lejos está el “terror” de los volcanes islandeses: el Hekla, durmiendo y los infinitos campos de cenizas de Fjallabak y Landmannarlaugar. Grandes ríos y glaciares sobre los volcanes, y el asombro en la mente de que los procesos geológicos son muy lentos, … menos aquí. Es todo entrar en erupción, fundir el glaciar sobre el volcán, una riada jökulhlaup devastadora en los sandur deshabitados que arrastra bloques de basalto de varias toneladas, … En una era tecnológica, hay asombro para lo natural.
Cuando yo estuve, el volcan Eyjafjalla dormía bajo los glaciares Eyjafjalljökull y Solheimajökull. Recuerdo ir por la mañana con nuestro cochecito, ver los glaciares y meternos por una pista de tierra para ir a pisarlo. Bajar del coche con emoción y con cuarenta ojos. Los págalos grandes crían en la zona y no dudan en atacar a los intrusos. Asombrarnos ante el hielo sucio, mezclado con grava, piedras y cenizas, y … supongo que influidos por ser la primera vez que veía un glaciar.
En unas piedras cercanas, tiempo para ver unos líquenes a la sombra del volcán: Physcia dubia, Parmelia saxatilis y Lecidea lapicida. Islandia, ¡qué recuerdos!.
Lecidea lapicida, Parmelia saxatilis y Physcia dubia, Hjalvarfoss (Islandia), julio 2006
Parmelia saxatilis, Hjalvarfoss (Islandia), julio 2006

miércoles, 14 de abril de 2010

El árbol de Diego

Por fín pude plantar el árbol que me propuse cuando naciera mi hijo. Ya han pasado 3 años y medio y 3 años desde que germinó la semilla de Gingko biloba que cogió mi hermano en un parque de Zamora. Ahora el ginkgo, o árbol de los 40 escudos, mide 57 centímetros y está plantado en la huerta de nuestra casa. Esta considerado un fósil viviente, ya que apenas ha variado desde el Cretácico, pero bueno … ese término, da que pensar que las leyes de la evolución no han pasado por él en los últimos 60 millones de años. Cosa más alejada de la realidad, y es que ¡ojo, con la realidad científica explicada con metáforas!. Desde luego que el árbol es una rareza en el mundo botánico.

Supongo que ahora, a crecer y a llenar su corteza de líquenes. Me he andado fijando y es un árbol que en sus primeros años, tiene la corteza lisa . He mirado lo que crece en sus acompañantes más cercanos y resulta:

Quercus robur, procedente del valle de Valdeón (León) ya con 22 años, y con corteza que ya empieza a ser rugosa: Physcia aipolia, Ph. stellaris, Lecanora chlarotera, L.albella, L.pulicaris, Xanthoria candelaris, X. parietina, Chrysotrix candelaris, Evernia prunastri y los poco desarrollados Ramalina fraxinea y R. pollinaria.

Robinia pseudoacacia, procedente de un vivero, y ya con 25 años. La corteza es rugosa: Physcia aipolia, Physconia enteroxantha, Lecanora chlarotera, L.varia, L.pulicaris y L.conizaoides, parasitada por Licheniconium lecanorae, Chrysotrix candelaris, Xanthoria parietina, T… y los muy poco desarrollados Ramalina fraxinea, R. pollinaria, Flavoparmelia caperata y Evernia prunastri.

Eleagnus angustifolia, de una semilla que cogí en el madrileño barrio de San Blas, de mis tiempos de estudiante y que ahora es un árbol de 24 años. La corteza es rugosa y se desprende en pequeñas láminas. Aún así crece Xanthoria parietina, Pyscia aipolia, Lecanora chlarotera, Ochrolechia pallescens y Ramalina fraxinea.

Juniperus thurifera y Taxus baccata, el primero de mis tiempos de trabajador en El Burgo de Osma (Soria) y el segundo de un vivero, y que ahora tienen 23 y 25 años respectivamente. La sabina albar tiene unos 2’5 metros y el tejo unos 3’5 metros. Apenas tienen corteza libre, digamos, no cubiertas de hojas, donde crece Xanthoria parietina y Physcia adscendens, llegando a crecer sobre las propias hojas.

Fraxinus angustifolia, un árbol espontáneo, que procede, supongo de una semilla que arrastró el viento hace 10 años y que descubrí cuando era un palito, un día que estaba cortando hierba. Ahora tiene 2 metros y es en esencia un palo con cuatro ramitas y con una corteza lisa completamente desnuda de líquenes. Sólo crece Xanthoria parietina en su base.

Xanthoria candelaris y Lecanora chlarotera sobre Quercus robur, Almeida (Zamora), abril 2010

Lecanora varia y Lecanora conizeoides parasitadas por Lichenoconoconium lecanorae sobre Robinia pseudoacacacia, Almeida (Zamora), abril 2010
Xanthoria parietina sobre Juniperus thurifera, Almeida (Zamora), abril 2010

Physcia adscendens y Xanthoria parietina sobre Taxus baccata, Almeida (Zamora), abril 2010

Esta cohorte de líquenes epífitos indica que es un lugar altamente eutrofizado,y que supongo que las ocas que andan por la huerta y los abundantes gorriones comunes y estorninos negros que andan por las ramas, se encargan de aumentar las concentraciones de amoniaco. Además, según la escala cualitativa de Hawksworth y Rose, saldrían valores de unos 60 microgramos de SO2 por metro cúbico de aire. Seguramente este valor sea en realidad inferior, situándose entre 40 y 50, ya que un arce campestre y unos alcornoques muy cercanos, muestran abundante Usnea subfloridana y alguna Pertusaria..

No sé cual de ellos empezará a establecerse en la corteza lisa de los primeros años de un ginkgo, pero con que simplemente este árbol establezca un lazo emocional con mi niño y le haga sentirse unido al mundo natural que le rodea, en este siglo XXI, Siglo de la Crisis de la Biodiversidad, me conformo.

sábado, 10 de abril de 2010

Bosques con sabor árabe

En mi reciente viaje a Jordania, tuve ocasión de recorrer un poco los bosques del borde norte del Rift, sobre el valle del Jordán. Estamos sobre plegamientos calizos, situados sobre areniscas, a modo de resaltes, en abruptas laderas cubiertas de pinares de Pinus halepensis acompañados de encinas Quercus calliprinus en las solanas y de robles Quercus ithaburensis, formando en algunos lugares espesas maquias. Nos movemos sobre los 1.000 metros de altitud y para tener en cuenta lo abrupto del terreno hay que indicar que el río Jordán, a -400 metros bajo el nivel del mar, está apenas a 15 km. La pluviometría oscila entre los 250 y los 550 mm. anuales, por lo que no es extraño que recuerde que el paisaje recuerde los pinares de la fachada mediterránea española. Subimos al castillo cruzado de Ajloun, con una vista increíble sobre el valle del Jordán y de los territorios ocupados de la Cisjordania, la mayor cárcel al aire libre del mundo.

Son bosques que como digo recuerdan mucho a algunos que he visto en las sierras de Valencia y Alicante, incluso con su cohorte de pajarillos: mirlos, currucas capirotadas, currucas cabecinegras, algún chochín, algunos pinzones vulgares y un herrerillo. Pero, los líquenes, … Eso es otra cosa. Sorprende la escasez de líquenes epífitos. Los troncos de los pinos están desnudos mientras que en las ramas expuestas al sol, se ven Xanthoria parietina y algunas Arthonia, que no soy capaz de identificar. Estos van a ser los únicos líquenes epífitos de mi viaje a Jordania. El caso es que aquí, en Ajloun tampoco hay una pluviometría tan avara, que justifique la práctica ausencia de líquenes epifitos. Y no creo, que haya contaminación atmosférica en la zona. El caso es que hay citados para Jordania otros líquenes epífitos como Parmelia, pero supongo que será en la zona norte, en el entorno de Umm Qays, muy cerca de la frontera Siria y lindando con los Altos del Golán. Es una pena no haber tenido un día más para explorar esa cercana zona.

En cambio en los resaltes calizos, muy soleados, se encuentran abundantes Caloplaca. Así encuentro Caloplaca erythrocarpa y Caloplaca aurantia. Otros calcófilos habituales son Aspicilia cinerea, Diplotomma epipolium y Lecanora albescens. Como nitrófilo en estas cresterías, Candelariella aurella y los posibles Lecanora dispersa y Caloplaca citrina. Me sorprende el no haber encontrado alguna Squamarina o alguna Fulgensia. Supongo que por falta de tiempo.

Tras recorrer estos bosques, a partir de ahora, desiertos y desiertos.

Caloplaca aurantia, Ajloun (Jordania), marzo 2010
Caloplaca erythrocarpa, Ajloun (Jordania), marzo 2010
Aspicilia cinerea, Ajloun (Jordania), marzo 2010
Aspicilia cinerea y Candelariella aurella, Ajloun (Jordania), marzo 2010
Diplotomma epipolium, Ajloun (Jordania), marzo 2010

Lecanora albescens, Ajloun (Jordania), marzo 2010


martes, 6 de abril de 2010

No eran uniformes muros rocosos



No me lo creo. No se si es porque estamos en el desierto de los desiertos o porque el cielo es grís, lluvia y forro polar con cortavientos y aún así tengo la sensación de estar todo el día destemplado, o porque Wadi Rum asombra antes de llegar. En el Sur de Jordania, desde la autopista que une Amman y Aqaba, se ven a lo lejos los inmensos peñascos de arenisca que surgen en el desierto. Bloques absolutamente verticales entre mares de arena. Bloques tal vez cortados por estrechísimos desfiladeros como el cañón Khazali o tallados por el viento como el puente de piedra de Burdah. Bloques inmensos, absolutamente verticales, que por más que pude admirar, aún me pregunto por donde se podrán subir, … ¡si es que se pueden!.
La vida parece que se ha desvanecido de estas paredes de areniscas multicolores, rojas del Cámbrico, grises del Ordovícico y blanquecinas del Silúrico, todo ello sobre un zócalo granítico que apenas emerge en este desierto. Areniscas desnudas de vida. Tan sólo, en algunas zonas de escorrentía de agua y en orientaciones norte, se encuentra algún líquen, que más que despistado, es un héroe: Lecanora sulphurea, Lecanora rupicola, Gloeoheppia turgida y ... ¿como en un sitio tan seco, puede crecer un líquen tan ... hidratable?. Sí, se encuentra algún Collema tenax y encima con el alga Nostoc libre. Hoy a estado lloviendo, y esto sí que es aprovechar el agua.
"No eran uniformes muros rocosos, sino que estaban construidos en diferentes secciones, en despeñaderos parecidos a gigantescos edificios, a ambos lados de sus calles... Estas últimas cúpulas daban la última apariencia de una arquitectura bizantina a este irresistible lugar, a esta vía religiosa que superaba toda imaginación... Los paisajes de los sueños infantiles eran tan vastos y silenciosos como éstos". ", escribió T. E. Lawrence, Lawrence de Arabia, en un capítulo sobre Wadi Rum en Los siete pilares de la sabiduría. ¡Wadi Rum inolvidable!.
Lecanora sulphurea, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Lecanora rupicola, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Collema tenax, con Nostoc libre. Wadi Rum (Jordania), marzo 2010
Gloeoheppia turgida, Wadi Rum (Jordania), marzo 2010

sábado, 3 de abril de 2010

Aire urbano. Salamanca.

El pasado mes, tuve que ir un sábado por la tarde a la escuela de mi niño, en el salmantino barrio de Garrido Norte. Es el Colegio Público "Félix Rodríguez de la Fuente", y a mediados de marzo tiene su fiesta. Desde luego los niños se lo pasan pipa y a mí como padre, pues en lugar de andar bostezando y mirando el reloj para acabar, estuve viendo con calma las cortezas de los árboles que hay en el patio, la mayoría Catalpa. Resultó interesante, una cierta diversidad, el hallazgo de 14 especies. Los más llamativos son evidentemente Xanthoria parietina y Chrysotrix candelaris, por sus vivos colores. Las más abundantes son las del género Lecanora: Lecanora pulicaris, L. horiza, L. carpinea y L. chlarotera. Son también abundantes Physcia aipolia, y luego ya, con calma aparece Amandinea punctata, Phaeophyscia orbicularis, Candelariella aurella, Caloplaca holocarpa, Trapeliopsis flexuosa, esta última sobre madera muerta, Evernia prunastri y Ramalina fraxinea, posiblemente las especies más sensibles y con talos pobremente desarrollados. Por lo general, especies de sensibilidad intermedia a los contaminantes atmosféricos como puede ser el dióxido de azufre que con los valores de la escala cualitativa de Hawksworth y Rose* sobre pureza del aire daría unos 60 microgramos de SO2 por metro cúbico de aire. No es perfecto, pero para lo que he ido mirando por Salamanca ciudad, posiblemente sea, por sus líquenes, la zona de mejor calidad de aire.

Physcia aipolia, Salamanca,marzo 2010.
Caloplaca holocarpa y Lecanora horiza, Salamanca, marzo 2010.
Lecanora carpinea, Amandinea punctata, Candelariella aurella y Phaeophyscia orbicularis, Salamanca, marzo 2010