lunes, 28 de junio de 2010

Lluvia en Maui


Las partes bajas del volcán Haleakala, en la isla hawaiana de Maui, presentan una vegetación lujuriosa. No es de extrañar. Prácticamente llueve todos los días. No obstante la imagen paradisiaca de estos bosques se desvanece cuando el naturalista raspa un poco la realidad que ve.
Extensos bosquetes de bambúes, enormes Ficus, llamativas Cryptomeria, ... introducidas con sonidos de aves también introducidas. Aunque es duro reconocerlo, no queda una sola ave autóctona en estos bosques y posiblemente, cuando yo estuve, ya se habían convertido en el mausoleo del Melamprosops phaeosoma y al que le seguirán, salvo milagro, Pseudonestor xanthophrys y Palmeria dolei. Curioso resulta encontrar el líquen epífito Pannaria rubiginosa, especie también presente en bosques atlánticos. Lo que no acabo de entender es el tapiz negro de ricinas que rodea el talo, parece ser que para retener el agua de la lluvia. El caso es que allí llueve a todas horas. Espero que en algún tronco esté ahora mismo algún Melamprosops posado sobre alguna Pannaria.
Pannaria rubiginosa, Kipahulu, Haleakala N.P. Hawaii (EE.UU.), agosto 2008

martes, 22 de junio de 2010

Libro Verde de la Dehesa

Creo que en esta entrada no voy a hablar de líquenes. Simplemente comentar algo que me parece realmente importante como es la redacción del Libro Verde de la Dehesa, como fotografía del estado de este ecosistema tan extendido por el SO de Iberia.

El pasado viernes tuve que ir, como representante de SEO-BirdLife a la presentación de unas jornadas técnicas a la finca de Castro Enríquez de la Diputación de Salamanca. La finalidad de estas jornadas era la presentación del Libro Verde de la Dehesa, promovida por la Plataforma para la Gestión Integral de la Dehesa, nacida dentro de la Universidad de Córdoba http://www.uco.es/integraldehesa/ . Este documento técnico, que se puede descargar aquí http://www.uco.es/integraldehesa/index.php/component/content/article/1/185-libro-verde-de-la-dehesa muestra las fortalezas de este medio, como sistema de explotación agropecuaria sostenible y reservorio de biodiversidad entre otros y sus debilidades como son la degradación de la misma por exceso de carga ganadera y falta de rejuvenecimiento de la misma. El acto fue organizado por varias asociaciones de propietarios forestales: ASFOSA, FAFCYLE y COSE con el respaldo de sociedades científicas y conservacionistas como la Asociación Española de Ecología Terrestre y SEO-BirdLife. Fue invitada la Comisión de Medio Ambiente y Agricultura del Senado. Así estuvieron unos senadores del PSOE, del PP, uno del BNG y otro de CiU, la vicepresidente de la Diputación y el Director del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, así como diversos técnicos de la Junta de Extremadura y de las Universidades de Córdoba y Sevilla. Personalmente creo que es necesario dar un impulso a la Ley de la Dehesa que sacó hace un par de años, creo recordar la Junta de Extremadura, que va a sacar la Junta de Andalucía y a ver que pasa con la de Castilla y León, así como comprometer una legislación nacional de cara a conservar y revitalizar este medio.

Tras esta chapa, creo que es necesario ir a la experiencia campera del día a día y ver como a poco cambian, por lo general a peor, las dehesas del Oeste ibérico. Ejemplos hay muchos. Recuerdo así una finca maravillosa, cerca de Mérida, a la que iba con frecuencia cortas temporadas hace 20 años, en la que era imposible encontrar un solo carrasco que garantizara la renovación de las encinas, eso sí, la carga ganadera era de 400 vacas para 400 hectáreas (bastante superior al óptimo que sería para esa finca de 53 vacas); dehesas alucinantes en el valle del río Tozo, cerca de Trujillo en la que después de 20 años, están prácticamente desarboladas y llenas de alambres de espino y de vacas; dehesas con mortandades muy elevadas de encinas tras unas podas salvajes de primer plato y la infección por hongos conocida como la “seca” de segundo plato en el SO de Zamora y NO de Salamanca; y … Medios maravillosos en los que he tenido experiencias naturales inolvidables como mi lince en Andújar, aquellas 15 cigüeñas negras que sorprendí en una encina en el P.N. de Cornalvo o la primera vez que ví un buitre negro, se están deteriorando más rápido de lo que parece, porque las encinas tienen un ritmo más lento que hace que parezca que no ocurre nada.

Algunos epífitos de los centenares que se pueden encontrar en las dehesas ibéricas.
Melanelia exasperata, Almeida de Sayago (Zamora), noviembre 2009
Cetraria crespoae, Palacios del Arzobispo (Salamanca), septiembre 2006
Melanelia glabra, Malpartida de Plasencia (Cáceres), mayo 2010
Algunos terrícolas, de las decenas que se pueden encontrar en las dehesas ibéricas:
Diploschistes diacapsis, Santiago del Campo (Cáceres), diciembre 2008

Peltigera praetextata, Topas (Salamanca), noviembre 2009

jueves, 17 de junio de 2010

En un bosque de almeces (1 de 2)

En Las Arribes del Duero, zona de vegetación termomediterránea, de las pocas existentes en Castilla y León, hay varios "bosques" de almeces (Celtis australis). Más que bosques son bosquetes, a orillas del río Duero. No son formaciones vegetales muy cerradas. Son bosquetes bastante luminosos y el hecho de ser el almez, un árbol de corteza bastante lisa, hace que tenga una peculiar comunidad liquénica en comparación con sus vecinos: encina, quejigo, cornicabra, ... que en otra entrada comentaré. Así sobre el tronco y ramas bajas se encuentra Pertusaria albescens, indicador de nieblas invernales y de humedad ambiental bastante elevada, Pertusaria flavida, Phlyctis argena, Physcia aipolia, Physconia distorta, Phaeophyscia orbicularis, Lecidella elaeochroma, Ochrolechia pallescens, Melanelia subargentifera, Parmelina tiliacea, P. quercina. Amantes de cortezas lisas, Lecanora albella, L. chlarotera, L. carpinea y un líquen, a priori, un tanto raro en esta comarca, Caloplaca flavorubescens, que visto lo visto, creo que más frecuente de lo que mis registros indican (seguramente se me haya pasado desapercibido). En las ramas más altas se encuentran líquenes más amantes de la luz: Melanelia glabratula, M. exasperatula, Xanthoria parietina, Lecanora pulicaris, Amandinea punctata, Parmelia tiliacea, Caloplaca ferruginea y Physcia aipolia y algunas barbas: Evernia prunastri. Chrysotrix candelaris y Physcia adscendens quedan relegadas a ramas un tanto eutrofizadas por ser posaderos de pájaros. Realmente hay variedad en estos árboles: unas 25 especies. Supongo que serán alguna más.
Lecanora chlarotera y Caloplaca flavorubescens, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010
Physconia distorta, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010

En el suelo, a la sombra de estos árboles, entre musgos y hojas muertas crecen Cladonia cervicornis, C. fimbriata con su forma de "vuvuzela" (un guiño al Mundial de fútbol), pelotitas de Cladina rangiformis y Peltigera praetextata. No en vano aquí, estos líquenes terrícolas no creo que se quejen de la falta de humedad, ya que las nieblas del Duero son abundantes.
Cladonia cervicornis, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010
Cladonia fimbriata, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010
Cladina rangiformis, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010


Peltigera praetextata, anverso y reverso, El Rostro, Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), mayo 2010
Son realmente interesantes, no sólo por sus líquenes, sino por la rareza biogeográfica y la diversidad asociada, estos pequeños bosques de almeces salmantinos. Bosques memorables son el de El Rostro en Aldeadávila de la Ribera, el de La Code en Mieza y el de la Ribeira do Mosteiro en Freixo da Espada a Cinta en la margen portuguesa del Duero. Ahora en verano, fruta, cerveza fresca, lupa y prismáticos por si la cigüeña negra se enrolla.

martes, 8 de junio de 2010

Río Celeste o la caída


Uno de los parques nacionales, o más bien, uno de los rincones más bonitos y desconocidos de Costa Rica es el P.N.Volcán Tenorio. Parece mentira que siendo un lugar sumamente hermoso apenas sea visitado. De acuerdo que está un poco mal comunicado y perdido allá al Norte, a caballo entre las provincias de Alajuela y Guanacaste, por pistas de grava. No obstante en cuanto uno se adentra, se emborrachan los sentidos viendo aves, selva, insectos y la cascada Celeste y el río del mismo nombre. Caminos de barro hollados por los tapires a la sombra de árboles inmensos. Pocos claros en el bosque que no permiten ver la cima del volcán, a 1.916 metros, envuelta en nieblas perpetuas. Los troncos de los árboles cubiertos de musgos, hepáticas, helechos y plantas epífitas como algunas orquídeas diminutas que parecen líquenes del género Usnea. Entre esta inmensidad de epífitas apenas hay sitio para los líquenes. Manchurrones blancos que atribuyo a Heterodermia sp., alguna Peltigera sp. a las que me cuesta ponerle apellido, y la muy bonita Rimelia subisidiosa (=Parmotrema subisidiosum). Bajamos por una grada de basalto, que más que bajar es destrepar, a ver la cascada Celeste. Impresionante el azul de las aguas y no menos impresionante el hostión tan chorra que me doy haciendo una foto al pisar una piedra mojada. Resultado un serio costalazo y la uña del pulgar derecho literalmente arrancada. No sé si recordaré el río Celeste por el espectacular día de campo, o por la caída. En estos basaltos húmedos por las salpicaduras del agua crece un pequeño líquen: Lobariella exornata. Para que los males sean menos males, pasamos un ratito agradable bañándonos en un tramo del río que las autoridades del parque nacional consideran apto para el baño. Un lugar donde fluyen aguas termales y seleccionas la temperatura del baño alejándote o acercándote a la orilla. Uno de los grandes lugares naturales que he conocido.

Lobariella exornata, P.N.Volcán Tenorio, Alajuela (Costa Rica), julio 2009
Orquídeas epífitas (suborden Pleurothallis), P.N.Volcán Tenorio, Alajuela (Costa Rica), julio 2009
Heterodermia sp., P.N.Volcán Tenorio, Alajuela (Costa Rica), julio 2009

Rimelia subisidiosa (=Parmotrema subisidiosum), P.N.Volcán Tenorio, Alajuela (Costa Rica), julio 2009

Peltigera sp., P.N.Volcán Tenorio, Alajuela (Costa Rica), julio 2009

martes, 1 de junio de 2010

Las sierras del lobo


El más importante bastión de este mito, que es el lobo, es sin lugar a dudas la zamorana sierra de la Culebra. Allá en el Occidente, donde empieza la olvidada y pintoresca comarca de Aliste, el lobo corre y sobrevive en estas pequeñas sierras de cuarcitas plegadas. Cuarcitas, que llegan en algunos lugares a tener buzamientos verticales y que aparte de ser fantásticas atalayas para aguardar durante horas el cruce fugaz de un lobo, al naturalista curioso, le permiten entretenerse con la lupa y ver muy interesantes líquenes. Así habituales de las rocas silíceas se encuentran Rhizocarpon geographicum, Rh. lecanorinum, Rh. obscuratum, Aspicilia caesiocinerea, A. intermutans, Lecidea sp., L. fuscoatra, Xanthoparmelia conspersa, X. tinctina, Tephromela atra, Lasallia pustulata, Umbilicaria grisea, Pertusaria corallina, P. rupicola, P. amara, P. flavicans, Caloplaca sp, y C. carphinea. Una lista habitual de los granitos y gneises del oeste español. Aquí, en estas crestas, que rondan los 1.000 metros, en los alrededores de la estación de Linarejos, de Ferreras de Arriba o de Tábara, muy frías durante el invierno, se encuentran además cositas poco comunes, o al menos que no estoy muy acostumbrado a encontrar: Orphniospora moriopsis, Dimelaena oreina, Protoparmelia badia, Pertusaria lactea, Cladonia gracilis, Parmelia glabratula subsp. fuliginosa. La verdad es que esta variedad, así a bote pronto, tiene su razón de ser: orientaciones verticales, superficies horizontales, escorrentías, superficies musgosas, … muy entretenidas estas cuarcitas. Estos diques de cuarcitas rompen las laderas cubiertas de urzes donde su pobre suelo, mezclado con derrubios de esos mismos diques se cubren con discreción con Cladina arbuscula. Sierras solitarias donde la soledad, la piedra dura y el mito envuelven al naturalista en su lento caminar.

Umbilicaria polyphylla, Tábara (Zamora), mayo 2010

Aspicilia intermutans, Tábara (Zamora), mayo2010

Cladina arbuscula, Ferreras de Arriba (ZA), julio 2006


Lecidea fuscoatra, Requejo (Zamora), junio 2006