viernes, 16 de diciembre de 2011

Diciembre 2011, Bélgica

Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

Rosa rugosa, Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011
Acabo de regresar de Bélgica de pasar unos días. Realmente para mí, supongo que como soy de secano, el  mar del Norte me atrae cada vez que voy. Realmente he estado 5 días y aunque he pasado sólo 2 días recorriendo la costa, han resultado muy provechosos como naturalista. He re-descubierto las dunas de Warande (Warandeduinen en neerlandés). Hoy día son una de las pequeñas reservas que quedan en la costa, protegidas del urbanismo feroz que las ha estrangulado, y por si fuera poco, un arbusto invasor, Rosa rugosa, por cierto muy bonito, ocupa grandes extensiones de las mismas. Aparentemente es muy bonito ver las dunas cubiertas de esta planta leñosa, pero las dunas son las dunas, y ello va en detrimento de algunas plantas ya raras en este medio: la orquídea Epipactis helleborine, diversas gramíneas, o las arenas cubiertas de musgos como Campylopus introflexus, Bryum bicolor, Hypnum cupressiforme y Syntrichia ruralis. Parece ser que con sus raíces no alteran las capas de este "protosuelo", más bien creo porque no se puede hablar de capas todavía, pero desde luego, la sombra que es un factor determinante en el desarrollo de las pequeñas plantas y el aumento brutal de la biomasa (carbono y nitrógeno) en un medio tan árido, traerá efectos negativos en la dinámica de la vegetación dunar. Estaba pensando en que Rosa rugosa necesita un dispersor de sus semillas, y en esas andaba, cuando cojo los prismáticos y me veo un bandito de verderones (Carduelis chloris), comiendo las bayas y cayendo al suelo las semillas, y por lo que pude ver, se veían enormes cantidades cerca de las bayas comidas. Me resulta extraño, que en Bélgica, donde se practica un tipo de conservación en base a micro-reservas y desde un punto de vista muy jardinero, no se hayan tomado medidas para erradicar esta planta. Por si fuera poco, otra invasora Senecio inaequidens, ... y porque es invierno, que si no, ... ¡las que saldrían!. Enfín, los humanos no tenemos remedio. 
En cuanto a líquenes, resulta interesante porque se encuentran grandes extensiones de Cladonia uncialis, formando unos céspedes un tanto ralos, en compañía de algunos musgos. Y en estos céspedes encuentro una cosita nueva para mí: Cladonia grayi. En las dunas más estabilizadas crece el arbusto Hippophae rhamnoide, que no deja de atraer zorzales (Turdus sp.) a alimentarse de sus frutos, e incluso alguna polla de agua (Gallinula chloropus), du jamais vu! y en los que encuentro algunos líquenes epífitos, de esos tan nitrófilos y tan abundantes en Bélgica como son Amandinea punctata, Physcia adscendens, Xanthoria parietina y X. polycarpa.
Cladonia uncialis (L.) F. H. Wigg., Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

Cladonia uncialis (L.) F. H. Wigg., Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

Cladonia grayi   Merr. ex Sandstede, Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

Amandinea punctata (Hoffm.) Coppins& Scheid., Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

Physcia adscendens (Ehrh. ex Humb.) Furnr., Warandeduinen, Westende-Middelkerke, West Vlaanderen (Bélgica), diciembre 2011

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