En estas selvas de niebla, a gran altura (entre 2.200 y 3.400 metros), frías, son abundantes algunos líquenes realmente bonitos. Las especies que comento ahora son líquenes epífitos, de distribución tropical y buscando climas húmedos de montaña. Estamos en la División Continental. De un lado de la cordillera el agua baja al Pacífico, del otro al Caribe. Justo por la División transcurre la Carretera Panamericana, donde la noche anterior nos enteramos de que un tapir fue atropellado por un camión. Triste. De todas maneras no me imaginaba que este animal llegara a moverse a estas altitudes.
Heterodermia leucomela, Cerro de la Muerte, Cordillera de Talamanca (Costa Rica)
De este líquen folioso llama la atención los largos lóbulos de hasta 10 cm. dicotónicamente ramificados con las puntas levantadas. Abundantes cilios negros, largos que salen de los márgenes. Superficie superior lisa, gris blancuzco y mate. Superficie inferior blancuzca, formando un canal, y glabra.
Llama la atención Hypotrachina costaricensis, líquen folioso, muy adherido al sustrato, que puede llegar a tener más de 10 centímetros de diámetro, con lóbulos irregulares, color verde grisáceo con abundantes isidios y la parte inferior de color negro, con abundantes rizinas. A pesar de su nombre, se encuentra en numerosas montañas tropicales fuera de Costa Rica.
Anzia americana, Cerro de la Muerte, Cordillera de Talamanca (Costa Rica)
Es esta una especie llamativa por la densidad de las ramificaciones de sus lóbulos. Desde luego hay pocas cosas por aquí que se parezcan. Realmente bonito.
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