En cuanto a lo que nos ocupa, los líquenes, prácticamente todo lo que veo es epífito. Los líquenes crustáceos son especialmente abundantes en las cortezas despejadas de las zonas de matorral. Así abunda especialmente Graphis, entre los que salvo error, identifico Graphis rimulosa y G. librata. Encuentro otros líquenes, digamos de tipo “neo-tropical” que seguramente sean Malcomiella psycotrioides, Megalospora tuberculosa y Pyrenula dermatodes. Abunda también lo que creo que es Phlyctis subregularis, pero no me atrevo a afirmar este diagnóstico al 100%. Uno muy, muy bonito es Pyrrhospora russula.
Como curiosidad, encuentro un arbusto, una especie de Acacia, en cuyas espinas se desarrolla una agalla que alberga pequeños hormigueros, que defienden el arbusto de cualquier animal que toque sus hojas. Curioso sistema de defensa, y curiosa la enorme distancia donde ví otra especie de Acacia que usa esta simbiosis, en el valle del Rift, en Kenia.
Este Parque Nacional, me parece uno de los imprescindibles de Costa Rica. Además combinándolo con la localidad de acceso al mismo: Curubandé, el naturalista de amplias miras, puede pasar momentos inolvidables. Para alojarse, uno de los mejores alojamientos en los que he estado en Costa Rica: www.elsolverde.com regentado por una pareja de holandeses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario