Otra vuelta por Las Quilamas

Así, así, con visitas sueltas que se van repitiendo a la fosa del Alagón , en el Sur de Salamanca, se van sumando especies y especies de líquenes. En el pasado mes de abril, un día gris, templado y amenazando lluvia fuí en compañía de otro loco de los líquenes y pasamos una magnífica jornada de campo. Por supuesto la estrella de la jornada fue Toninia toepfferi, de la que pudimos hacernos una idea de su distribución en el valle, y desde luego, esta rara especie, está ampliamente extendida, no sólo donde fue descubierta inicialmente, en el valle de La Palla, sino que también es abundante en el valle del río Quilamas. Especie terrícola que aprovecha las juntas de las paredes de piedra de los bancales y las superficies de suelo que tienen una cierta pendiente. Suelos que son más litosuelos, incipientes ranker en La Palla e incipientes cambisoles en Las Quilamas, en principio con un estrecho rango de altitudes: 560-630 metros. La acompañan Diploschistes diacapsis, Lecanora campestris y varias hepáticas, entre las que destaca Fossombronia sp., Gongylanthus ericetorum y Mannia androgyna y el helecho Cheilanthes hispanica. Encontramos en esa misma disposición, pero sólo aisladamente Squamarina  cartilaginea y aprovechando algunos musgos que crecen, Leptochidium albociliatum y Bacidia rubella. En suelos horizontales encuentro Toninia sedifolia. 

Toninia toepfferi, Valero (Salamanca), abril 2011

Toninia sedifolia, Valero (Salamanca), abril 2011

Bacidia rubella, Valero (Salamanca), abril 2011

Leptochidium albociliatum, Valero (Salamanca), abril 2011

En estas cuarcitas y gneises, tan abundantes y que marcan la orografía de la comarca, las típicas comunidades de líquenes saxícolas sobre rocas cristalinas. No obstante, siempre aparecen cosas nuevas o cosas que te llaman la atención: Acarospora hilaris, Acarospora sinopica y Lecidea lapicida, aprovechando estas dos última ciertas filtraciones de óxidos de hierro resultado de la meteorización de ciertos minerales presentes en un dique de gneises, Collema furfuraceum, y Lecidea auriculata, aprovechando intrusiones de cuarzo. Hay que destacar, que en el valle de Quilamas, hay una formación (nunca me acuerdo si es formación Monterrubio o formación Aldeatejada, muy similares) del sinclinal de Tamames, del Ordovíco Medio en la que destaca la presencia de unas pequeñas capas de basaltos, resultado de un pasado vulcanismo. Basaltos básicos que permiten la curiosa presencia de unas extensas manchas rojizas, del líquen Caloplaca holocarpa. 

Acarospora sinopica, Valero (Salamanca), abril 2011

Lecidea lapicida, Valero (Salamanca), abril 2011

Caloplaca holocarpa, Valero (Salamanca), abril 2011

 Y ... hablando de rocas básicas, acabamos la jornada visitando la cercana localidad de Monleón, muy recomendable, situada sobre un afloramiento de cornubianita, un tipo de roca caliza que ha sufrido las consecuencias del metamorfismo de contacto por la presencia de un gran domo granítico, en la que encontramos otro líquen calcáreo, bastante raros en esta provincia, Caloplaca cirrochroa (en principio).

Caloplaca cirrochroa (en principio), Monleón (Salamanca), abril 2011