A orillas del Báltico (3 de 3)

 Candelariella coralliza (Nyl.) H.Magn., Galterö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

En esta serie de entradas sobre mi visita a los gneises del archipiélago de Göteborg, llegó el momento de acercarse al agua. Realmente, viviendo en Salamanca, los líquenes del borde mismo del mar me resultan raros por razones obvias. Aquí, en Suecia, a orilla del mar, creo que quedan incluso sumergidos por las mareas, abunda Verrucaria maura. Un líquen que crece tan al borde del agua, que con mareas altas quedan sumergidos y cuando están al aire libre, se mojan por las salpicaduras del mar. Un mundo difícil, aunque sólo sea por la salinidad, que obliga a trabajar mecanismos de ósmosis para mantener la salinidad que le permita la vida a este líquen y que es bastante costosa en términos energéticos. Uno no acaba de sorprenderse de lo que es la vida. Luego ya algo más alejados del agua, imagino que quedaran sumergidos en mareas vivas y expuestos a las salpicaduras, encontramos líquenes costeros como Caloplaca maritima y C. scopularis.

Verrucaria maura  Wahlenb., Brännö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

Caloplaca maritima (B. de Lesd.) B. de Lesd., Galterö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

Caloplaca scopularis (Nyl.) Lettau., Brännö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

 Por lo general estas rocas costeras, están bastante eutrofizadas y se encuentran abundante Xanthoria candelaria, muy bien desarrollada y posiblemente los mejores ejemplares que he visto hasta la fecha, Xanthoria aureola, Candelariella coralliza y espléndidos céspedes de Ramalina polymorpha. 

Xanthoria candelaria (L.) Th.Fr., Brännö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

Ramalina polymorpha (Lilj.) Ach., Galterö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011 

Y finalmente, algunas cosas, entre otras ya citadas, pero que son comunes, y la verdad, sin estar ligada al medio litoral, son dignas de mención. Especies que huyen del nitrógeno y que fuera de los obvios posaderos de aves, y lejos del suelo, para evitar el polvo que levantan las ovejas: Parmelia sulcata, en ocasiones parasitada por el hongo liquenícola Marchandiomyces corallinus, Platismatia glauca, e incluso uno que aprovecha las fisuras llenas de tierra como Toninia coerulonigricans.

Parmelia sulcata Tayl. parasitada por Marchandiomyces corallinus (Roberge) Diederich & D. Hawksw., Galterö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

Y por supuesto, uno que me encanta, y que aprovecha las sales de hierro de los gneises y granitos: Acarospora sinopica, que he encontrado varias veces en España, desde los 400 m. hasta los 2.200 m. 

Acarospora sinopica  (Wahlenb.) A. Massal., Galterö, Göteborg (Suecia), septiembre 2011

Ni que decir, que espero que un naturalista seguidor de este blog, que ha estado estos días descubriendo el mundo de los líquenes, le sirva de acicate para que se enganche de una vez. Él sabe de quien hablo :oP